Acepta como algo hermoso lo que todos llaman defectos.

“No hay nada de malo con nuestras estrías, nuestros cuerpos o con nosotras. ¿Quién dice que no son caminos llenos de brillo? ¿Quién dice que no veneran tu cuerpo? Busca en internet el término ‘estrías’ y lo que encontrarás es esto: “Cómo prevenirlas, curarlas o quitarlas.”

Pensarías que hay millones de personas padecen una enfermedad de la piel y que es altamente contagiosa.

La belleza y el lucro: una industria de billones de dólares.
Las estrías son vistas en su mayoría como algo feo y que no debe ser exhibido, algo que debe ser escondido, de lo que debemos deshacernos y debemos sentirnos avergonzadas.

¿Porqué existe esta visión tan negativa ante las estrías? La llamada industria de la belleza genera billones de dólares, gracias a nuestras inseguridades y nos venden cremas y pócimas llenas de promesas vacías. Todo gira en torno a sugerir que nuestros cuerpos no son lo suficientemente buenos.

Sí, puedes amar tus estrías.
Creo que el discurso puede ser re-escrito a la hora de cambiar la forma en la que vemos nuestras estrías. Tenemos el poder para hacerlo. Puedes comenzar a ver tus estrías de forma positiva y a amarlas como algo bello y sagrado. Puedes hacerlo, repetidamente, hasta que lo nuevo reemplace lo viejo. Nosotras tenemos el poder.

¿Y cómo amar tus estrías? Debes comenzar por hacer ciertas afirmaciones acerca de tu cuerpo. Si tú no lo haces, nadie más lo hará. ¿Quién dice que tus estrías no son joyas? ¿Quién dice que no son líneas llenas de brillo? ¿Quién dice que no adornan tu cuerpo? ¿Quién dice que no son cartas de amor? Las estrías son marcas llenas de belleza.
Tal como aprendimos a ver las estrías como algo vergonzoso y problemático, de la misma forma podemos aprender a tomar el poder aceptando y amando nuestras estrías como algo bello y sagrado. Podemos decidir que no hay nada de malo con nuestras estrías, nuestros cuerpos ni con nosotras.

Tenemos el poder de ver nuestras estrías por lo que realmente son: marcas sagradas de belleza.


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