Hoy hablando con una amiga me he dado cuenta de una cosa y es que llevo un año y medio muy malo, respecto a la lectura. La verdad es que no se si yo me he vuelto muy exigente o es que ahora el mercado de la romántica ha crecido tanto y es tan extenso que no encuentro algo que verdaderamente me atrape como me pasaba antes.
Este año aparte de que apenas he leído nada, lo poco que he leído tampoco me ha llegado a atrapar. He de decir que por primera vez en mi vida he dejado libros sin terminar. Y no solo porque la trama no me atrapara, si no por que la relación entre personajes era verdaderamente toxica. Y me parece algo realmente surrealista, la verdad.
Encontrarte un libro en el que el papel de la mujer quede relegado a no poder salir ni a pasear sin su recién marido porque este no la deja, me parece demasiado.
Estamos de acuerdo a que ciertas novelas en las que la relación por parte del hombre era dominante, fueron las que abrieron el camino a que la literatura romántica empezara a resonar más y más hasta el punto en el que estamos ahora mismo. Pero también creo que no todo debería de ser lícito a la hora de la trama de una novela. Creo que autores, lectores y blogueros deberíamos de evitar esas relaciones toxicas, esas relaciones excesivamente asfixiantes y dominantes en las que al final lo único que sientes al leerla es pena por los protagonistas.
No sé si al hablar de esto me estaré metiendo en camisa de once varas o no. Pero si creo que a través de nuestras novelas llegamos a mucha gente, a mucho público y no deberíamos normalizar relaciones que al final no aportan si no que destruyen.
Espero que me dejéis vuestra opinión en comentarios y de verdad siento si con estas palabras ofendo a alguien.