Hoy me he dado cuenta de una cosa, el amor no es algo cuadriculado con horarios que se presenta en un estuche de terciopelo azul, no.
El amor llega de la forma mas fortuita e inesperada que te puedes esperar. Sin razones, ni motivos y de la mano de la persona que menos te podías esperar.

En ocasiones nos centramos en buscar a la persona "perfecta". 
 Pero nos olvidamos de una cosa, no se trata de encontrar a la persona perfecta, no, se trata de encontrar a la persona mas perfectamente imperfecta. Esa persona que nos haga reír con tonterías, que nos haga llorar de la emoción o simplemente darnos cuenta de que los pequeños momentos pueden ser los mas grandes.

Pensamos que el amor es algo que nos hará felices hasta un nivel que nuestro corazón este a punto de estallar, pero no es así, el amor duele, quema, deja estragos que por mucho que quieras nunca podrás curar.
Es un fuego que por mas que quieras apagar, siempre por pequeñas que sean algunas ascuas persistirán haciendo presente ese ardor que nos recuerda lo que fue sufrir, lo que fue amar.


Amar no es fácil, encontrar a la persona correcta no es sencillo, no es algo que suceda de la noche a la mañana, no es como en las películas, ni en los libros.
El amor es algo complejo, algo que siempre esta a nuestro alrededor.

No hay que preocuparse si el amor no llega a la hora que nosotros queremos, solamente hay que dejar que llegue, mas tarde mas temprano, pero seguro que llegara en el momento adecuado.

Por eso mismo antes de que el verdadero amor, ese que siempre llega tarde, aparezca en nuestras vidas. Antes de que querer a todos esos príncipes azules, que al final acaban destiñendo, hay que quererse a uno mismo. 
Por que si no te quieres,  no podrás valorar los detalles, los pequeños momentos que te hacen único y especial. Por que nuestro primer amor, somos nosotros mismos.


EL AMOR ES COMO UN TREN... SOLO TIENES QUE COGER EL ADECUADO.