ME DESPIDO DE TI POR MI. PORQUE ME QUIERO Y PORQUE ME LO MEREZCO.

09 noviembre

Ha llegado el momento de ponerle pestillo a mi autoestima. Ha llegado el momento de decir que “no” a todas aquellas caricias que me saben amargas. A rechazar contactos que se convierten en insultos para cada una de mis esperanzas. Y es que toda la confianza que puse en cada uno de tus “te quiero”, hoy, se han convertido en bofetadas.
Me he cansado.

Me he cansado de recorrer el sendero que ha ido marcando tu paso. Me he cansado de pisar encima de tus huellas, de pisar terreno firme, de seguir todas tus indicaciones. Las mismas que, a día de hoy, me desdibujan las sonrisas y humedecen mis mejillas.
Y es que cuánto tiempo perdido.

Cuánto tiempo creyendo, a pies puntillas, todas tus promesas. Cuánto tiempo esperando saborear la felicidad en tus labios. La sensación de sentir que ese beso era para mí.
Cuántos días perdidos.

Cuantas noches en mi cama, tú durmiendo tranquilo y yo soñando despierta. Cuántas noches a mi lado, que no conmigo, descansando los remordimientos que nunca tuviste. Cuántas horas contadas, memorizando el recorrido de cada minuto, anhelando tu llamada a cada “en punto”. Deseando que, por una vez en tu historia conmigo, no sólo fueras puntual, sino que te anticiparas a tu palabra.
Por eso, y por todo aquello que, esperando, no recibí, te despido.



Porque compré tus besos caducados. Porque recibí caricias pagadas a contra reembolso. Porque me llevé todas tus promesas en bolsas agujereadas y porque, sobre todo, me vendiste un cuento sin moraleja. Y deberías ya saber que, los que vivimos con pasión, compramos ilusiones.
Así que adiós.

Voy a buscarme otra afición que relaje mi alma, que alimente mi entusiasmo y, por qué no, que me arrope por las noches. Voy a cambiar la obsesión que sentí por ti, por la admiración que otro me provoque. Voy a desprenderme de tu olor para perfumarme con un nuevo aroma. Voy a buscar los abrazos de verdad. Todos aquellos que un día busqué y, sin embargo, me anularon. Todas aquellas veces que me recibieron con los brazos caídos las voy a cambiar por un reencuentro en una estación. Por un recibimiento a lo grande, por un “te quiero” de película.

Voy a mirarme al espejo y, primero, a enamorarme de mí. Voy a reconstruir todas aquellas piezas que tú fuiste escondiendo por el camino. Voy a reconstruir el puzle con mi imagen, aquella distorsionada a la que tú, poco a poco, me fuiste cosiendo. La imagen de lo que nunca fui y, sin embargo, a lo que me convertiste.
Voy a viajar para descubrir no sólo dónde está mi otra mitad, sino para encontrar cada parte de mí. Para aprender, de nuevo, a quererme como soy, a recuperar lo que era pero, sobre todo, lo que un día creí que podía llegar a ser.

Y, así, lo encontraré a él.

Al que suspire con sólo escuchar mi voz. Al que tiemble por un solo roce de mis manos, al que cierre los ojos para imaginar mis besos y al que se le ilumine la mirada al escucharme. Al que me diga “guapa” sin estarlo, al que me dé un beso de buenos días y al que me abrace todas y cada una de las noche que me tenga a su lado. A él. El que conozca hasta mi alma y se quiera quedar en ella. Al que no contemple sustituta, recambio o plan B. Al que me tenga como primera opción y, en realidad, como al mejor plan de su vida.

Me despido de ti por mí. Porque me quiero, y porque me lo merezco.

Así que adiós.

A lo que fuiste, y a lo que me hiciste ser.

You Might Also Like

0 comentarios

¡Muchas gracias por pasarte por el blog! Todos vuestros comentarios me hacen muy feliz, por lo tanto si decides comentarme cuenta con que yo te lo devolveré ♥

Popular Posts

Subscribe