TRILOGÍA SOLO TUYA...

13 enero

Hoy os traigo un post un poquito especial, en le voy a hablar de la trilogía “Solo Tuya” de Anabel García.
Esta trilogía esconde una historia sin igual, una historia que os atrapara desde el momento en que empecéis a leerla, una historia que tiene como protagonistas a dos titanes que no creen en el amor y que se niegan a confiar el uno en el otro, pero cuando el amor entra en escena se antepone a todo y no los deja mas opciones que escuchar a esa voz interior que solamente puede repetir el nombre del otro.
He de reconocer que he llorado con estos tres libros lo que no esta escrito y que he querido matar a la autora en mas de una ocasión por dejarme con el corazón en un puño, con muchas de las escenas, pero al final he caído rendida a sus pies, enamorada de la historia y de todo lo que hay tras ella.
Por que esta trilogía esconde una historia tan bonita, con una trama que va evolucionando durante las tres entregas, haciéndola una trilogía adictiva e indispensable en cualquier lista de lectura.
Pero si hay algo que me ha gustado de esta trilogía, son sus personajes, vivo enamorada de Elisabeth y de sus múltiples personalidades ficticias, me ha encantado la transformación que sufre a lo largo de las tres novelas, empezamos las novelas viendo a una mujer fría, calculadora, una mujer que impone respeto y miedo (mucho miedo), pero según avanza la novela vemos como esa mujer poderosa se va despojando de sus corazas, mostrándoles al lector su corazón y fijándose por primera vez en muchas cosas que antes no veía.
De Sammuel que os voy a decir… ¡Quiero uno en mi vida!
Por que aunque sea un controlador obsesivo y e lo vea todo negro cuando le da la neura, sin el y sin su forma de ser las novelas no serian lo mismo.
Y también tengo que mencionar a los personajes secundarios, todos ellos especiales y únicos. Todos ellos estructurados a la perfección y con una historia que avanza con las novelas.
La forma de escribir de Anabel me encanta, para que mentiros, me encanta, es fresca, ágil, hace que la lectura sea fresca, divertida, nada pesada y te metes dentro de la novela desde el primer minuto, si no habéis leído nada de ella os animo a que lo hagáis por que de verdad no os va a defraudar.
Asi que si no habéis leído SOLO TUYA ¿¡A que esperáis para hacerlo!?
Aquí os dejo una escena de cada una de las novelas, todas ellas únicas y que os dejaran con ganas de más… mucho más.

Se veía a la legua que era un líder nato. El macho alfa.
Se hizo bastante amena la exposición.
Terminó el discurso diciendo:
- Desde luego, todo esto no hubiera sido posible, sin el duro trabajo y dedicación a tiempo completo de nuestra maestra de ceremonias, la señorita Elizabeth Hudson -Dijo señalándola con la palma de la mano…
(…)                   
Todo hubiera sido más o menos bochornoso, si se hubiera quedado ahí el asunto, al menos sólo conocerían lo acontecido ellos dos, sería una especie de secreto entre ambos, pero… El señor Roc prosiguió:
- A ella debo agradecerle también, el haber sido la primera y única mujer en el mundo que me ha mandado a la mierda.
Gracias señorita Hudson, ya sé lo que se siente –Se puso la mano en el corazón, como si estuviera herido.
Los presentes miraban a Elizabeth incrédulos, con alguna que otra risilla y ella levantó los hombros mirando a su alrededor, negando con la cabeza, como si no supiera de qué le estaba hablando, sin perder su radiante sonrisa.
Ella pensaba más en la parte técnica del discurso, que en ese lapsus “¿ha pronunciado la palabra mierda en su discurso, o me lo estoy soñando? Y encima en la misma frase que mi nombre…
¡esto es absurdo!”
(…)
- A mis 32 años, pensé que ya no sería posible que me sorprendiera la arrogancia de una mujer –Hizo un brindis hacia ella con su copa, la gente rió.
El señor Roc estaba esperando que ella agachara la cabeza avergonzada, ante su estocada final, pero nada más lejos de la realidad, ella, prepotentemente, se levantó en medio de la sala y le respondió al brindis, con la cabeza bien alta. Cosa, que si no hubiera sucedido, el señor Roc hubiera pasado por alto, y hubiera dejado ahí su tibia venganza, pero Elizabeth tenía la bendita manía de aceptar todos y cada uno de los desafíos que se le ponían por delante.
El señor Roc no apartaba sus ojos de los de ella y negando con la cabeza, finalmente dijo con una sonrisa de seductor fatal:
- Menos mal que ese vestido te queda de infarto nena, si no, te pondría en tu sitio ahora mismo –De un trago se terminó la copa que sujetaba en la mano -Aunque si te portas bien, y eres buena, quizá después de la fiesta lo haga.


Sammuel, curioso, se giró para mirar en la misma dirección donde miraban todos.
- ¿Pero que co…? –No pudo terminar la frase cuando la vio, sólo acertó a bajarse las gafas de sol para admirarla con sus propios ojos.
Una pelirroja con el pelo largo y rizado ondeando al viento, se acercaba con paso firme hacia ellos, contoneando las caderas exageradamente al sugerente ritmo de la música y dejando a todos los hombres presentes sin respiración, babeando a su paso. Llevaba las gafas de sol puestas y los labios pintados de rojo pasión. Iba descalza.
Llamaba la atención su bikini de cuero negro trenzado con correas. Más bien, el cómo le quedaba de bien. ¡Parecía un ángel caído!, solo le faltaban las alas.
El mundo entero se detuvo a su paso. Nadie podía dejar de mirarla.
Parecía que avanzaba a cámara lenta, como en las películas. Todo parecía orquestado para su entrada triunfal…
- ¡Eh rubia de bote! ¡Quítate de encima de mi hombre ahora mismo, si no quieres quedarte calva! –La amenazó Elizabeth, sin parar de avanzar hacia esa hamaca y sin quitarle el ojo de encima a Sammuel, que se encontraba petrificado. La chica saltó de la hamaca de Sammuel al instante, casi se cae de culo en la arena y la faltó ponerse a llorar, mientras se alejaba de allí medio corriendo. Ian se partía de la risa, diciendo que no con la cabeza. Cuando Elizabeth por fin llegó hasta su objetivo, le agarró por el pelo, incluso dándole un pequeño tirón para echarle la cabeza hacia atrás, se agachó hasta ponerse frente a él:
- ¡E-RES MI-O! –Susurró en su oído, acariciándole la oreja con la lengua.

Las cámaras de fotos y televisión me enfocan hambrientas, es mi momento y he venido aquí de esta guisa solo para ello, me va a costar un maldito millón, así que lo voy a hacer… Respiro…
Vuelvo a respirar… ¡Allá voy!... Pronuncio las palabras mágicas:
- ¡Sammuel Roc! Estés donde quiera que estés, me debes algo, y lo sabes –Miro amenazante a una de las cámaras de televisión y apunto con el dedo -Deja de huir de una puta vez, porque te perseguiré hasta los confines de la Tierra si es necesario. No descansaré hasta que me lo devuelvas.
Me giro, dando la espalda a la cámara, me levanto un poco la tela del pantalón, puesto que no hay mucha tela que levantar, y muestro orgullosa un tatuaje que me he hecho a medio día, en medio del cachete izquierdo del culo, que reza: “Sólo Tuya”

Espero que os hayan gustado estos fragmentos, que os animéis a leer estas tres fantásticas novelas y que nos dejéis en comentarios si os han gustado, besos!  

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